Episodio 39 – El arte de comunicar sobre ciencia

España juega en 1ª división en ciencia e investigación, pero en la parte baja de la tabla. No vamos a la Champions

Pere Estupinya

DAVID: Hola y bienvenidos a un nuevo episodio de Canal Retina. En este episodio vamos a hablar de divulgación científica. Lo vamos hacer con un invitado muy especial al que nos hace mucha ilusión entrevistar y te presentaré más adelante.
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Hoy tenemos a un invitado de lujo. Se trata de Pere Estupinya, que es bioquímico y divulgador científico. Es el director y presentador del programa El cazador de cerebros, que emite La 2 y que tiene muchísimo éxito. También es colaborador en la Cadena SER en el programa A vivir que son dos días de Javier Del Pino donde tiene una sección en la que habla de ciencia.

Pere, muchas gracias por estar con nosotros. 

PERE: Muchas gracias a vosotros y espero contaros cosas que os interesen. 

DAVID: ¿Qué es y para qué sirve la divulgación científica? 

PERE: La divulgación científica es transmitir conocimientos científicos a los ciudadanos. Esto es una definición muy general. Llevo veinte años haciendo divulgación científica. Soy bioquímico empecé el doctorado y me gustaba mucho la ciencia, pero poco la investigación del día hacía en el laboratorio y me planteé dedicarme a la divulgación científica y empecé en el programa Redes de Eduard Puedes, sin saber muy bien qué era. He pasado por televisión,  por radio, por prensa, por temas educativos, por temas de organización y por departamentos de comunicación de organizaciones. He vivido 8 años en Estados Unidos. Por estos veinte años tengo una visión muy amplia de lo que es la divulgación o el periodismo científico,  que tiene un matiz diferente. Digamos que el periodismo científico no se diferencia tanto del periodismo convencional. Intenta explicar lo que pasa con un contenido de actualidad en el mundo de la ciencia, como lo que publica la revista Nature esa semana o algo sobre la covid o una fuga nuclear…  cualquier cosa que ocurra relacionada con la ciencia la cubren los periodistas científicos. Esto no es tanto divulgación porque no se preocupa mucho de educar o enseñar al ciudadano, solo informar. La divulgación tiene el componente de pedagogía. Hay un extremo que es la educación científica, que es la que se hace el museos para jóvenes y Jazmín no es la que más me gusta, porque tiene que ser muy sencilla. A mí me gusta una divulgación que está un poco más conectada a la actualidad y a las necesidades sociales no simplemente educar. Dentro de este paraguas amplio que es la comunicación científica habría divulgación,  periodismo y educación.  Resumiendo, los científicos están investigando continuamente para descubrir novedades en diferentes áreas como medicina,  medio ambiente, neurociencia…  y esto tiene que llegar de alguna forma a la sociedad. Este paso de explicar de manera sencilla lo que están haciendo los investigadores es lo que hacemos los divulgadores científicos.

DAVID: El periodismo científico lo hacen los periodistas, pero ¿quién puede divulgar? 

PERE: Ambos perfiles. Los científicos pueden divulgar sobre su campo o sobre campos afines y algunos lo hacen muy bien, a pesar de no tener una formación específica en periodismo o en divulgación. Hay muy buenos ejemplos de algunos que comunican muy bien. Y otros que no, que aunque se esfuercen, lo continúan haciendo mal, porque no tienen las herramientas, incluso técnicas, que sí tienen experiencia en comunicación. También existe otro perfil de periodista o comunicadores audiovisuales que podrían dedicarse al fútbol o a los temas sociales, pero les gusta la ciencia y se dedican a comunicar sobre ella. Estos a mí me gustan muchísimo, porque conectan mejor. Al científico le resulta muy difícil salir del mundo académico, le cuesta distinguir lo que es importante para él de lo que es importante para la sociedad. Si él investiga en edición genética o en fusión nuclear, para él eso es lo más importante y es lo que quiere explicar. Pero las personas de la calle no se preguntan sobre fusión nuclear, sino por cosas como ahora mismo la ley trans. Creo que los comunicadores profesionales que se interesan por la ciencia tienen más en cuenta a la sociedad no solo en la manera de explicar, sino también en la elección de tema. Aún así, pienso que todos los perfiles son válidos.

DAVID: Supongo que es importante que el investigador tenga en cuenta al público al que se dirige a la hora de explicar las cosas.

PERE: Esto no es siempre fácil. Yo hago radio y televisión y muchas veces no sabes muy bien cuál es el público que te escucha. En radio, sí que sé que es un público más adulto, pero de conocimientos muy diversos, es un público muy heterogéneo. Con El cazador de cerebros nos pasa lo mismo. Quizás, cuando lo tienes más controlado es cuando das conferencias. Por ejemplo, si me llaman de un instituto de Secundaria para ir a dar una charla a sus alumnos no tiene nada que ver con que me lo pida una empresa o una universidad. A veces, utilizo las mismas diapositivas, la misma presentación, pero lo que explico, cómo lo explico y a los detalles que voy son muy diferentes. Porque a un público que sepa no le puedes decir lo que ya sabe. Y con un público inexperto, si te vas a cosas demasiado sofisticadas, lo pierdes. Si publicas un libro, cómo lo presentas y cómo lo escribes es una forma de elegir al público que lo va a comprar.

DAVID: Es complicado, porque tú mismo te puedes abrir o cerrar mercado.

PERE: Por ejemplo, el libro que escribí de ‘La ciencia del sexo’. Al ponerle ese título, sabes que va a interesarle a un público diferente que si titularas ‘¿Cómo mejorar tu vida sexual en cinco pasos?’ Quizás hubiera vendido más con este último, a un público más variado, menos aplicado y menos profundo. Pero mi objetivo no es solo vender. Yo tengo que estar satisfecho con lo que hago. Sé que tiene que gustar a la gente, porque si no, ni me compran libros, ni me ven en la tele ni me otyen en la radio ni nada. Pero debo estar contento y satisfecho. Para mí esto es una profesión, pero también un estilo de vida, una pasión, porque me gusta. Me tienen que salir los números para que me paguen y me renueven el programa, pero no me siento cómodo haciendo algo en lo que no creo o que sea de un nivel que no me agrada. Por ejemplo, a mí los temas educativos para niños muy pequeños, los hago cuando creo que pueden tener un impacto positivo en ellos, pero normalmente es un nivel tan bajo que no me motiva.

DAVID: Necesitas motivación para sentirte realizado.

PERE: En el blog que tenía en El País, decía que comunicaba ciencia como excusa para poder aprenderla. Es real. De la ciencia, me gusta más la fase de aprender yo que de la que puedo explicar. Cualquier explicación que me exige aprender, me satisface mucho. Me pasa en A vivir que son dos días y también en El cazador de sueños, aunque en la televisión es más lento. Preparar media hora de televisión lleva un trabajado y, al final, es muy visual, la gente mira más que escucha. En la radio, en esos primeros minutos en que Javier Sampedro y yo hablamos de actualidad científica, hablamos de cosas nuevas que se han publicado y han sido noticia esa semana. Así sé que cada semana aprenderé algo nuevo, teniendo que asimilarlo para poder explicarlo. Y eso es muy reconfortante para mí.

DAVID: Personas como nosotros, condistrofias de retina, acudimos mucho a las redes, a Internet, en busca de información. Y nos encontramos información mejor, peor y las famosas fake mews. ¿Dónde y cómo podemos encontrar información que sea fiable? Es muy complejo, porque hay muchísima información.

PERE: La única manera es conociendo las fuentes y saber por otras personas que son fuentes contrastadas. Es muy complejo. Yo más que distinguir entre Internet o no Internet, distingo entre medios editados y medios no editados. ¿Qué quiere decir esto? Que alguien supervisa lo que la gente está diciendo. Por ejemplo, si a mí, se me ocurre decir una fake news en el programa de Javier del Pino o en Televisión Española, me echan. Yo no puedo inventarme algo y lanzarlo en los medios. Si lo hago en El País o en algún periódico digital, lo mismo. Lo que se escribe en los medios editados hay alguien que lo revisa. Y esto es una garantía. Los defensores de las redes sociales alegan que pierdes la libertad de decir lo que tú quieras, pero es que cuando tienes la libertad de decir lo que tú quieras, si eres muy honesto, está genial, pero si eres un fraude, te puedes inventar y decir lo que te dé la gana. ¿Cómo distingues a la persona que se expresa de manera parecida a un profesional y que tiene un aurea de credibilidad, cuando algunos incluso se ponen títulos de médicos o ingenieros, aunque sea mentira? Es muy difícil de distinguir. Hay información que te llega por WhatsApp o por Instagram y cómo sabes que es buena. Con el Covid lo hemos visto, que había personas que tergiversaban la realidad con algún fin. Soy partidario de ser muy escéptico siempre.

DAVID: ¿De contratar la fuente, no?

PERE: Lo que pasa es que yo sé cómo contrastar la fuente, pero mi madre no. Ella me pregunta a mí. Le mandan algo y me lo reenvía para saber si es cierto.

DAVID: Eso es justo lo que nos pasa a las asociaciones de pacientes. Un socio nos manda una noticia que dice que van a curar la ceguera y nos pregunta. Ves el titular y dices qué bien, pero profundizas en la noticia y se trata de un ensayo inicial básico, que están probando en ratones y ves que todavía queda mucho.

PERE: Sí, Mira, yo leo y reviso los periódicos como El País o The New York Times. Y cuando busco noticias científicas, lo hago en Nature, en Science y otras, con una sección de noticias de la que yo me fío, porque están muy bien hechas. Creo que si a los jóvenes y a los niños les educan en las escuelas para saber encontrar buenas fuentes de información, les ayudará, pero la mayoría de personas no tienen esa capacidad. Además, es que es muy perverso el tema de las redes sociales, sobre todo, cuando llegaron las fake news y los medios que se crean con profesionales que hacen bien su trabajo y con un aurea de seriedad, pero que en un momento determinado, a ese medio le interesa soltar esa fake new y lo hace. Con el potencial de viralidad que tienen las redes sociales, esa fake se expande. Entonces, te preguntas quién la ha publicado. Lo comrpruebas y ves que todo lo demás que publica ese medio parace serio, pero eso es una trampa. En Estados Unidos, empezaron así, a poner mucho dinero haciendo medios bien hechos, para que cuando les interasara colar la fake new, que no lo parezca. Porque si solo haces fake news, enseguida pierdes la credibilidad. Es muy perverso. Con Cambdrige Analítica, que fue la empresa que se utilizó por Trump y por los partidarios del Brexit, se hizo que las fake news llegaran a las personas más susceptibles de cambiar su opinión política. Eso es manipularnos. A mí las redes sociales, en realidad no me gustan, las utilizo, pero no me apottan tanto.

DAVID: ¿Cómo ves tú la ciencia y la investigación en España?

PERE: Hay ámbitos en los que es buena. Lo que hay es una falta de cultura de la transferencia y esto los científicos no lo quieren ver, algunos sí, pero la mayoría no quieren verlo. Si miras los índices del ránking mundial de publicaciones científicas, España está en el décimo o en el undécimo lugar. Si miras número de patentes o indicadores de innovación, estamos a la cola de Europa, en el puesto 19 creo. Esto quiere decir que tenemos una ciencia que todavía es bastante académica, con pocos incentivos económicos o industriales para que se desarrollen productos, negocios, ideas o empresas. La industria farmacéutica es un buen ejemplo. No hay un tejido de industria farmacéutica tan grande en España como para que aproveche al máximo la buena ciencia biomédica que se hace.

DAVID: Muchas veces atribuimos que lleguen esos incentivos económicos al sector público, pero quizá también se debería implicar el sector privado.

PERE: Absolutamente. La colaboración público-privada es la clave, no solo en ciencia. Soy partidario de la investigación pública. Y cuando hablo con la empresa privada, hablo en positivo, pero sé que lo que quieren es dinero. El sector público no puede hacerlo todo. Puede investigar, marcar en qué dirección hacerlo, si apuestas por las renovables o en otro tipo de energía… Pero en el momento en que tienes que poner una vacuna en el mercado, o eres Moderna, o eres Pfizer o eres Astrazeneca… Es una empresa la que sabe hacer vacunas, el Estado no sabe hacerlas. El Estado puede pactar bien con la empresa e incentivarla a que vaya en la dirección que interesa a los ciudadanos y no necesariamente a la que sea más rentable, que es lo que suelen priorizar las empresas. Cuando ves números de España, el porcentaje de dinero que se dedica a la ciencia, en el quesito, la parte de inversión privada es muy poca, porque hay muy pocas empresas. Ese es uno de los grandes retos. Cuando hablas de política científica sin que salga en público, los responsables de este campo admiten lo que estamos comentando. Te dirán que los científicos españoles se quejan mucho y que a veces son unos pesaos. Eso en público no lo dirán nunca. Pero es verdan que hay un sector y algunas organizaciones en España que deberían modernizarse. Ha habido algunos cambios y falta dinero y sobra burocarcia. En esto están de acuerdo todos, pero en incentivar la transferencia, ya no tanto, porque ellos tienen unos incentivos más académicos de publicar. España no es Alemania ni Estados Unidos ni China. Diría que estamos en primera división, pero en la tabla baja. No vamos a la Champions.

DAVID: Parece que con la terapia génica puede llegar una solución para las personas que tenemos distrofias de retina, parece que podría llegar algo importante. ¿Cómo lo ves?

PERE: Creo que ya está llegando, en algunas enfermedades concretas, La terapoa génica ya no es una promesa de futuro. Sobre todo, desde que la edición genético tuvo herramientas para hacerla más precisa y más segura, ya hay terapias génicas exitosas en algunos tipos de enfermedades raras. Hay infinidad de enfermedades y algunas son más fáciles que otras. No es lo mismo modificar los genes de las células sanguíneas, que es muy fácil, que las células de un ojo, que es más complicado, pero a la vez más sencillo que modificar neuronas. Las técnicas van mejorando y se empieza por lo urgente y lo fácil, por las enfermedades que afectan a muchas personas o por las que afectan a pocas pero son fáciles de modificar. Poco a poco, irán llegando más. No sé en qué estado están estas terapias en vuestro caso, pero la esperanza sí que tiene que estar.

DAVID: Ha sido un gustazo y un placer estar contigo y aprender tantas cosas.

PERE: Gracias a vosotros por el interés. A mí me gusta charlas un rato, porque me haces pensar. Me haces preguntas que, de repente, te fuerzan a pensar. Algunas cosas las tienes muy interiorizadas y otras se van ordenando en el momento en que las vas hablando. A todos nos gusta conversar, porque cuando conversas, aparece la magia, porque tú tienes un pensamiento, pero al mismo tiempo se va creando un pensamiento en el mismo momento en que lo vas explicando. Así me ha pasado en esta charla y lo he disfrutado.

DAVID: Muchas gracias, Pere. Hasta aquí este episodio. Dale a Me gusta y os emplazmos hasta una nueva edición de nuestro podcast. Ya sabes que, como siempre, Retina Murcia mira por ti.


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